Medina de las Torres, badajoz:
Contrario a la creencia popular, las distintas excavaciones
arqueológicas han puesto de manifiesto que los restos conservados del recinto
defensivo, son posteriores a la ocupación musulmana.
Se trata de una fortaleza de la Orden de Santiago muy vinculada a este
territorio y con enormes posesiones en el mismo, cuyo origen debemos remontarlo
a la Baja Edad Media Cristiana alrededor de los siglos XIV fue construida como
sede de la encomienda de Medina de las Torres.
Las investigaciones desempeñadas han sacado a la luz un conjunto de estructuras pertenecientes a tres períodos históricos agrupados en diferentes fases de ocupación del espacio siendo posible establecer con claridad una secuencia cronológica que va ininterrumpidamente desde el siglo XIV hasta nuestros días.
Según la documentación escrita, la estructura originaria contaba con un baluarte, un foso, entrada con puente levadizo además de los datos arqueológicos que nos habla de dos barreras.
Una barrera perimetral que rodea toda la fortaleza adaptándose a la tipografía del terreno situado en un suave altozano, con dos cubos en las esquinas que encierra y protege al conjunto de la fortaleza al que se accede desde este por una puerta principal flanqueada por dos cubos y una segunda barrera documentándose un retazo de muralla en el tramo oeste, donde se entraría por la puerta falsa que comunica y separa el conjunto de la fortaleza con el recinto principal. Esta segunda barrera envuelve el recinto principal, documentada en el mismo lugar donde los textos localizan una puerta denominada falsa, a través de ella se salía a la zona de huertas y al arroyo, se desconocen cuáles eran las características de la misma.
El estado ruinoso en que se encontraba este castillo, motivó que en los años 90 del siglo XX, se consolidaran y restauraran los muros interiores de la edificación y las dos torres. En 2001, dentro del Proyecto Alba Plata, se consolida y restaura, así mismo, parte del antemural del cierre perimetral del castillo.
Las investigaciones desempeñadas han sacado a la luz un conjunto de estructuras pertenecientes a tres períodos históricos agrupados en diferentes fases de ocupación del espacio siendo posible establecer con claridad una secuencia cronológica que va ininterrumpidamente desde el siglo XIV hasta nuestros días.
Según la documentación escrita, la estructura originaria contaba con un baluarte, un foso, entrada con puente levadizo además de los datos arqueológicos que nos habla de dos barreras.
Una barrera perimetral que rodea toda la fortaleza adaptándose a la tipografía del terreno situado en un suave altozano, con dos cubos en las esquinas que encierra y protege al conjunto de la fortaleza al que se accede desde este por una puerta principal flanqueada por dos cubos y una segunda barrera documentándose un retazo de muralla en el tramo oeste, donde se entraría por la puerta falsa que comunica y separa el conjunto de la fortaleza con el recinto principal. Esta segunda barrera envuelve el recinto principal, documentada en el mismo lugar donde los textos localizan una puerta denominada falsa, a través de ella se salía a la zona de huertas y al arroyo, se desconocen cuáles eran las características de la misma.
El estado ruinoso en que se encontraba este castillo, motivó que en los años 90 del siglo XX, se consolidaran y restauraran los muros interiores de la edificación y las dos torres. En 2001, dentro del Proyecto Alba Plata, se consolida y restaura, así mismo, parte del antemural del cierre perimetral del castillo.
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